Creatividad y Escuela
Este post está inspirado en el “Ted Talk” del experto en educación Ken Robinson sobre creatividad y escuela: "¿Mata la escuela la creatividad?"(El audio es en inglés, dispone subtítulos en español) Merece la pena verlo, lo recomiendo.
Las criaturas son extremadamente creativas, sus mentes no paran de imaginar y maquinar, pero llegan a la escuela y esa imaginación se va desvaneciendo, “hay cosas más importantes que hacer”. (Esa es una de mis frases favoritas que se escuchan dentro de las paredes de una escuela).
Y tienen innumerables talentos que reducimos a unos pocos para encajarlos en las áreas instrumentales (en las “buenas”) ya que son imprescindibles para su futuro (¿y su presente?); así, las áreas consideradas "menos importantes" las vamos relegando a un segundo o tercer plano en el cual cada vez tienen menos presencia y valor en las aulas. La inteligencia es diversa por lo que no es positivo reducirlo todo a unas pocas.
No entiendo que tengamos sólo 1 sesión de 45 minutos para Plástica o para Música, siendo imprescindibles para el desarrollo cognitivo de las y los peques; o, sólo dos sesiones para Educación Física, pero luego nos quejamos de la obesidad infantil.
Como expone en el video K. Robinson, "nos dedicamos a educar a nuestras criaturas de cintura hacia arriba, concentrándonos en sus cabezas y, especialmente, en un lado (el hemisferio izquierdo: se encarga de las funciones del habla, escritura, numeración, matemáticas y lógica)".
Esa idea está perfectamente anclada en la escuela a través de un currículo inmenso, de clases encorsetadas en un horario poco natural, donde el conocimiento lo fracturamos en áreas o asignaturas (como si en nuestro día a día, cuando salimos a comprar –por ejemplo- pensamos “esto es un problema de mates”)... y así van pasando muchos días.
Es de sobra conocida la filosofía pedagógica de María Montessori y su defensa del juego como herramienta para no sólo fomentar la creatividad y la socialización de las niñas y de los niños, también para desarrollar el pensamiento crítico. El juego como estrategia de aprendizaje. Esta filosofía tiene que estar en las escuelas.
Debemos reflexionar qué estamos haciendo, cómo y por qué. Si queremos alumnas y alumnos más competentes, con mayor autonomía, con una positiva autoestima… es trascendental educarnos sin dar la espalda a la belleza que trae consigo las artes, y abrir nuevos espacios y más humanos.