25 de noviembre. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El día 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Día negro en el calendario pero necesario mostrar el drama social que empaña nuestros días: nos están matando.

Según la UNESCO (2013), la violencia machista continúa afectando a millones de mujeres en todo el mundo, sin distinción de cultura, región o país. Son asesinadas demasiadas mujeres a mano de sus parejas / exparejas sentimentales. Sin olvidarnos de las víctimas en vida: aquellas que sufren constantemente maltrato psicológico y físico.

La violencia contra la mujer no son actos aislados que se dan de repente. Son pequeños y sutiles gestos cotidianos de control y poder, acoso callejero, situaciones de desigualdad, opresión, relaciones de amor tóxicas, y un largo etcétera.
No solo eso, están destrozando la infancia de muchas niñas y muchos niños que viven con esa violencia, pierden a sus madres o son usados para incrementar ese daño hacia ellas, costándoles su vida también. Trágicos casos vienen a nuestra mente.

Tratar esta temática en la escuela es muy complejo aunque necesario, ya que es un tema muy sensible y duro pero no invisible para nuestro alumnado. Desde los centros escolares se debe apostar por el fomento de valores sociales positivos y de igualdad que vayan promoviendo un cambio en nuestra cultura machista, que rompan con las raíces del patriarcado. Como leí una cita de Freinet: “la escuela no debe desinteresarse de la educación moral y cívica de sus alumnas y sus alumnos, porque sin ella no hay una formación esencialmente humana”.

La educación es más justa y solidaria si se desarrolla dentro del marco de la educación en igualdad. No debe presuponerse como algo que se trabaja por sí sólo, como algo de partida, ni como algo añadido. La coeducación es algo que debe impregnar la esencia de la escuela, con la idea de que valoremos a las personas por su calidad personal, y no por pertenecer a un sexo u otro.

Desde el aula, queremos decir basta y sumarnos a este cambio.

Gracias a mis alumnas y alumnos por sus ganas.
Música: Rozalén, "La puerta violeta".